El aumento de la edad de retiro de 60 a 65 años previsto en el anteproyecto de reforma de la seguridad social presentado por el gobierno ya comenzó a generar polémica.
El diputado frenteamplista Daniel Caggiani señaló que el presidente había dicho en la campaña que no serían afectados los que estaban trabajando y ya tenían derechos adquiridos, «pero ahora se genera un régimen de transición mucho más importante”.
Por su parte, el integrante del Secretariado Ejecutivo de la central sindical -y referente de los funcionarios estatales y los trabajadores de la salud, Martín Pereira, dijo que el incremento de la edad jubilatoria, por más que se implemente en forma gradual, es algo que va a quedar instalado en todo el sistema.
La segunda crítica alude a las áreas de trabajadores que quedan excluidas de esta reforma, y que según el texto del gobierno son solamente dos: la de la construcción y la de los trabajadores rurales. “Los trabajadores de la salud no están excluidos y eso es un problema que desde la Federación de Funcionarios de la Salud Pública vamos a poner arriba de la mesa”, remarcó el dirigente sindical.