Arrancó la campaña y aparecieron las operaciones políticas que atentan contra la democracia y buscan ensuciar la cancha con acusaciones malsanas lanzadas para dañar la imagen de las voces que molestan.
El rastrero ataque a la imagen de Yamandú es un ejemplo de las peores maniobras para atacar la imagen del más firme candidato a la presidencia de la República.
Las explicaciones de Yamandú fueron claras y categóricas: «En Uruguay no vale todo, no puede valer todo. Esto es un tema político, de movida de campaña, que acá en Uruguay no estamos acostumbrados”, aseguró.
Se trata de un ataque que no es “contra la persona, sino contra la democracia” que muestra que hay «mucha estructura atrás, mucha cuestión difusa”, que deja ver maniobras que «en uruguay no estamos acostumbrados a ver».
«Esto escaló de forma inusual”, explicó Yamandú, «en principio me pareció una mentira de esas menores, pero después me di cuenta de que era algo más serio que puede incurrir en injuria y difamación, causa mucho daño”, indicó.
Las palabras del candidato frenteamplista que lidera las encuestas rumbo a las próximas elecciones presidenciales merecieron la inmediata solidaridad de buena parte del sistema político y de la gente que se volcó a las redes sociales para expresar su apoyo ante lo que consideran «operaciones políticas rastreras».